Quien conoce los dispositivos Apple sabe de sus ventajas. Es sabido que son la opción para contar con un equipamiento tecnológico robusto y durable. O sea, una garantía de alto rendimiento en cualquier situación, sin hablar de la protección de la inversión. A pesar de ello, no podemos olvidar las importantes diferencias entre los dispositivos que necesitamos tener en cuenta a la hora de la compra. A continuación, veremos en profundidad algunas de esas particularidades y aclararemos las dudas que puedan surgir al adquirir iMac o MacBook para su empresa.
¿Por qué invertir en Apple?
En primer lugar, debemos mencionar las semejanzas. Al final, sea cual sea la opción más indicada para su equipo, la inversión traerá el resultado esperado. Esto se da con el iMac o el MacBook ya que ambos tienen una alta capacidad de procesamiento. Así, es posible hacer correr los programas pesados, como Photoshop y AutoCAD, sin riesgo de interrupción del trabajo. Los softwares no se traban.
Otro diferencia es la compatibilidad total del ecosistema Apple. Es posible transferir documentos entre los dispositivos y hacer backup en pocos minutos, usando apenas la nube. O sea: nada de cables ni periféricos dificultando su camino.
El usuario también consigue, por ejemplo, retocar imágenes en el iMac y después pasarlas al iPhone manteniendo la resolución original del archivo. Por cierto, ¡esa es una excelente estrategia para publicar fotos profesionales en las redes sociales de la empresa!
Por otra parte, vale destacar que los dispositivos Apple mantienen valor de mercado por más tiempo, por la durabilidad del hardware. Eso evita la depreciación del patrimonio material. En otras palabras, la inversión se paga a largo plazo, pues no hay necesidad de cambios con tanta frecuencia. A propósito, cuando llega el momento de actualizar el parque, sus dispositivos Apple desactualizados aún ayudan a pagar la cuenta. Ya que están activos y que conservan su valor superando ampliamente a los productos de otras marcas, que no valen casi nada después de tres años.
iMac o MacBook: ¿cuál escoger?
Identificadas las principales ventajas de un parque tecnológico Apple, vamos a la gran cuestión: ¿su empresa debe escoger iMac o MacBook? Naturalmente, la respuesta a esa pregunta dependerá de las demandas específicas de su equipo. Para entender más:
MacBook: movilidad con alto desempeño
El principal triunfo del MacBook, claro, está en la movilidad. De esta manera, si sus colaboradores viajan bastante por trabajo o hacen home office, esa puede ser la opción de la compañía.
El MacBook cuenta con una tecnología de almacenamiento SSD, considerada la evolución del disco rígido. Esto porque el Solid State Drive le permite un acceso mucho más ágil a los archivos.
Por otra parte, el trackpad es sinónimo de practicidad. Con un sencillo movimiento de los dedos, el usuario consigue ejecutar diferentes comandos proyectados para el macOS. Deslizando de la izquierda hacia la derecha, se puede alternar entre los espacios del área de trabajo. Dos dedos hacia abajo accionan el rodaje de la pantalla. A parte de eso, es posible personalizar gestos al agrado del usuario.
iMac: dedicado a las tareas más complejas.
El iMac es nuestra sugerencia para oficinas de ingeniería, diseño y edición de video, entre otros representantes de la industria creativa que trabajan con producción de contenido. Y como si no fuera suficiente su rendimiento incomparable de procesamiento, el iMac ofrece pantalla Retina 5K de hasta 27’’.
En esta pantalla, la densidad de los pixeles es tan grande que ningún ojo humano consigue distinguir las líneas de resolución individualmente. El resultado es una imagen de altísima definición, manteniendo los colores y la nitidez extremamente realistas.
Para completar, el iMac posee diferentes puertas, tales como USB-C, HDMI, DVI y Ethernet. Ésta en particular proporciona la compatibilidad del dispositivo con los periféricos heredados de la empresa, aceptando inclusive a algunos más antiguos. Así, la opción del iMac puede significar también economía para las finanzas de la empresa, asegurando el buen funcionamiento de los equipamientos durante mucho tiempo.
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